“Ejerceremos nuestro derecho legal a navegar libremente en aguas internacionales sin aceptar reclamos ilegales”, ha aseverado este miércoles el almirante Craig Faller, comandante del Comando Sur de EE.UU.
El ente militar ha anunciado, de este modo, que con el ejercicio, liderado por el destructor de misiles guiados de la clase Arleigh Burke USS Pinckney (DDG 91), ha desafiado “el excesivo reclamo de Venezuela” en aguas internacionales durante una “operación de libertad de navegación” en el mar Caribe.
De acuerdo con el Comando Sur de EE.UU., el mencionado destructor es uno de los más grandes y potentes que se han construido en el país norteamericano.
La Marina de EE.UU. había impugnado anteriormente el reclamo formulado por Venezuela el 23 de junio, cuando el destructor USS Nitze (DDG 94) realizó una operación similar en aguas internacionales fuera del mar territorial de 12 millas náuticas de la nación sudamericana.
Desde abril, las fuerzas navales de EE.UU. se mantienen frente a las costas de Venezuela como parte de una “operación antinarcóticos” en aguas del mar Caribe.
Estos hechos tienen lugar después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, dijera la semana pasada que tales operativos se llevan a cabo en colaboración con sus aliados regionales, como es el caso de Colombia, e informara que durante el desarrollo de los mismos se procedió a la detención de 1000 personas y la incautación de 120 toneladas de narcóticos, valoradas en millones de dólares.
Además, a este respecto, Washington acusó en el citado mes de abril al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y a varios miembros de su Gabinete, de estar involucrados en una trama de “narcoterrorismo” y ofreció 15 millones de dólares por la captura del mandatario bolivariano.
Varios analistas destacan que tales operaciones de Washington realmente tienen por blanco a Maduro y constituyen en sí otro intento por atacar a la Revolución Bolivariana y sus principales líderes.
A su vez, Maduro ha asegurado que EE.UU., en caso de agredir a Venezuela, se enfrentará a la furia del pueblo venezolano y saldrá derrotado, no solo en suelo bolivariano, sino en toda América Latina.
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