Según ha publicado el diario británico Reuters en su edición de este martes, unos diplomáticos extranjeros ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) han aseverado bajo condición de anonimato que Estados Unidos enfrentaría una “dura batalla” en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) para extender el embargo de armas a Irán.
Un funcionario norteamericano ha confirmado que Washington había discutido su plan con el Reino Unido, Francia y Alemania. Pero, los diplomáticos de las Naciones Unidas dicen que el plan no se ha puesto a disposición de los otros 11 miembros del Consejo de Seguridad, incluidos China y Rusia, países con que es probable que Estados Unidos tenga muchos desafíos para poder convencerlos que apoyen su plan, según se desprende de los comentarios de los consultados.
“Desde el punto de vista del Consejo de Seguridad, este será un tema caótico porque, independientemente de lo que creen el Reino Unido, Alemania y Francia, China y Rusia no tienen la intención de apoyar el ‘argumento legal’ de EE.UU.”, ha aducido un diplomático europeo.
Entretanto, otro diplomático ha dicho que es muy difícil presentarse como un observador fiel a un acuerdo que antes ya lo has abandonado, pues, de hecho, ha reclamado que o estás en un acuerdo o no estás.
“El plan de EE.UU. nacerá muerto a su llegada”, ha señalado un diplomático del Consejo de Seguridad.
En mayo de 2018, la Administración del presidente de EE.UU., Donald Trump retiró a EE.UU. del acuerdo nuclear, suscrito en 2015 por Irán y el Grupo 5+1 —integrado entonces por Estados Unidos, el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania— y reimpuso las sanciones financieras y energéticas a Irán bajo la campaña de “máxima presión” para presionar al país persa a firmar un acuerdo nuclear renovado.
El domingo, un borrador redactado por la Casa Blanca al que ha tenido acceso el diario local The New York Times dijo que el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, está preparando un “argumento legal” para que el país norteamericano siga siendo un “Estado participante” en el acuerdo nuclear, parte de una intrincada estrategia para presionar al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas a extender un embargo de armas a Teherán respaldado por el JCPOA.
La intención del país norteamericano sería declarar que la República Islámica está violando el acuerdo. De este modo, Washington buscaría volver a una amplia gama de sanciones de las Naciones Unidas contra Irán —incluida la prohibición de vender petróleo— que estaban vigentes antes del JCPOA, en caso de que no se renueve el embargo de armas.
msm/rha/rtk/msf