Centenares de personas se congregaron el jueves ante el Departamento de Justicia en Washington (la capital) y denunciaron la actitud del presidente estadounidense, Donald Trump, contra inmigrantes indocumentados.
Similares manifestaciones se realizaron en otras ciudades de Estados Unidos. Además, en Portland (noroeste), agentes federales han desalojado a los manifestantes acampados frente a una oficina de migración. Los indignados ante políticas migratorias de Trump, se mantuvieron en el lugar durante varios días y habían provocado el cierre de la oficina.
En la misma jornada, cerca de 600 manifestantes, en su mayoría mujeres vestidas de blanco, se congregaron en el edificio Hart del Senado de EE.UU. gritando “dilo fuerte, dilo claro, los inmigrantes son bienvenidos aquí”.
La protesta, que duró 90 minutos, finalizó luego de que la policía del Capitolio arrestara a los participantes por organizar una marcha ilegal, convocada por el movimiento la Marcha de las Mujeres.
La policía confirmó en un comunicado que “unas 575 personas fueron acusadas de realizar una manifestación ilegal y que serían procesadas en la escena”. La congresista demócrata Pramila Jayapal que asistió a la protesta se encuentra entre los detenidos.
En los recientes meses, la Administración de Trump comenzó a separar a los niños de sus familiares que llegaban sin papeles a EE.UU. por la frontera de México, pero tuvo que dar marcha atrás debido a la ola de críticas, incluso de miembros de su propio Partido Republicano, tras los impactantes vídeos de niños llorando y de sus padres desconsolados por la aplicación de la controvertida medida migratoria.
De acuerdo con los expertos en temas migratorios, uno de los grandes problemas de los migrantes deportados y separados de sus hijos es que no se les pueda localizar, pues viven en comunidades muy alejadas de las zonas urbanas y por ello no puedan volver a ver a sus hijos.
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