En Estados Unidos emerge el fantasma del odio racial, luego de que un joven ingeniero indio fuera asesinado en Olathe, en Kansas (centro), aparentemente solo por no ser estadounidense.
Los hechos ocurrieron el pasado 22 de febrero. Adam Purinton, un exmilitar de la Marina de EE.UU. de 51 años, entró en un bar de la citada ciudad y comenzó a lanzar insultos racistas contra Srinivas Kuchibhotla y su amigo Alok Madasani con gritos de “fuera de mi país” o si “¿tenéis papeles?”, antes de dispararles. El primero resultó muerto.
Ian Grillot, de 24 años, aparentemente intervino para detener el ataque de Purinton, según testigos.
El asesino se dio luego a la fuga y acabó en otro local a 120 km del lugar de los hechos, en estado de Misuri, es allí donde confesó a una camarera que acababa de matar a dos iraníes, antes de ser detenido por la policía.
Este episodio de violencia racial se produce en medio de la polémica por las políticas impulsadas por el presidente Donald Trump, que ordenó la persecución a la inmigración y la restricción de la entrada al suelo estadounidense de ciudadanos de siete países de mayoría musulmana, incluido Irán.
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