Es una de las primeras medidas de Trump, pero no una que sorprenda, pues en un mensaje divulgado en vídeo en noviembre de 2016, dijo que ese acuerdo comercial es “un desastre en potencia” para Estados Unidos y prometió que en su primer día en el poder iniciaría los pasos para retirar al país del TPP a fin de concentrarse en pactos bilaterales.
El republicano además ha rubricado otra orden ejecutiva que pondrá en marcha el proceso para renegociar el Tratado de Libre Comercio entre EEUU, Canadá y México (NAFTA o TLCAN).
Es de mencionar que el TLCAN fue negociado por el Gobierno del expresidente Ronald Reagan, puesto en marcha en 1994 durante la gestión de Bill Clinton (1993-2001) y ha sido uno de los ejes de las relaciones entre estas tres naciones.
Trump ha dicho que quiere productos estadounidenses, lo que no significa dejar de lado el comercio, pero “queremos hacer nuestros productos aquí”.
Además, ha informado de su decisión para reducir las regulaciones en un 75 % y también habrá una baja en los impuestos para las compañías.
El TPP, que fue firmado en 2015 por doce países: Australia, Brunei, Canadá, Chile, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur, Estados Unidos y Vietnam representando el 40 % de la economía mundial, estipula un periodo de dos años para su ratificación por los respectivos parlamentos.
Para su entrada en vigor global, el TPP requiere que sus firmantes representen, al menos, el 85 % del Producto Interno Bruto (PIB) del bloque, lo cual imposibilita su avance, si no está respaldado por las economías más grandes.
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