El último informe publicado por Reporteros Sin Fronteras (RSF) este viernes advierte que la libertad de prensa en Estados Unidos se ha visto afectada debido a la crisis económica que enfrentan los medios de comunicación y a las políticas implementadas por el presidente de EE.UU., Donald Trump, en su retorno a la Casa Blanca.
“El segundo mandato de Trump ha provocado un preocupante deterioro de la libertad de prensa. Su Administración ha politizado las instituciones, reducido el apoyo a los medios independientes y marginado a los periodistas”, recoge el informe.
RSF señala que su clasificación se fundamenta en un análisis cuantitativo de los abusos contra periodistas y un estudio cualitativo del contexto mediático. El informe advierte sobre un clima de creciente hostilidad hacia los medios de comunicación, acompañado por una preocupante erosión de la confianza pública.
Estados Unidos ha descendido 13 posiciones en el ranking en apenas dos años. RSF atribuye parte de esta caída a la orden ejecutiva del expresidente Donald Trump que eliminó la financiación federal a emisoras públicas como NPR y PBS, acusándolas de difundir “propaganda woke”.
Además, la organización con sede en París alerta sobre un “viraje autoritario” en la administración estadounidense, señalando ataques frecuentes del expresidente contra la prensa, la politización de las instituciones y un proceso deliberado de desfinanciación de los medios.
“Más de 400 millones de personas en todo el mundo se han visto privadas, de la noche a la mañana, de acceso a una información fiable”, asegura RSF al respecto.
La organización lamenta que el Gobierno estadounidense haya “instrumentalizados motivos económicos falaces para someter a la prensa”.
Al respecto, la directora editorial de RSF, Anne Bocande, señaló cómo las presiones económicas y la hostilidad del gobierno han creado “desiertos informativos” en todo el país.
A pesar de un gasto récord en publicidad en línea (247 300 millones de dólares en 2024), gigantes tecnológicos como Google y Facebook dominan las fuentes de ingresos, dejando a los medios de comunicación sin recursos. “Cuando los periodistas están empobrecidos, no pueden resistirse a la desinformación”, ha advertido Bocande.
La Casa Blanca ha intensificado aún más las tensiones al atacar a las principales organizaciones de noticias. Trump amenazó recientemente con emprender acciones legales contra The New York Times y demandó a Paramount por una entrevista de CBS con Kamala Harris, un caso que los expertos legales descartan como frívolo.
Estas maniobras se alinean con un patrón más amplio de intimidación, y el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) insta a las redacciones a unirse contra la creciente ola de amenazas.
RSF también ha criticado la decisión de Trump de retirar la financiación a emisoras estatales como Voice of America y Radio Free Europe.
“La libertad de prensa ya no es un hecho en Estados Unidos”, señaló el CPJ a principios de esta semana en un informe sobre los primeros 100 días del segundo mandato de Donald Trump.
Algunos aliados de EE. UU. también están experimentando un descenso en la clasificación. Argentina, liderada por el aliado de Trump, Javier Milei, cayó 21 puestos, mientras que la represión y el asesinato de periodistas palestinos en Gaza por parte de Israel contribuyeron a su caída al puesto 112.
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