Es la conclusión ante la negativa del FBI y la CIA de entregar los documentos en su poder relacionados con la muerte de mi padre
“Es la conclusión ante la negativa del FBI y la CIA de entregar los documentos en su poder relacionados con la muerte de mi padre”, así lo sostuvo Carlos Muñiz Pérez, hijo de la víctima, en la ceremonia conmemorativa de la tragedia, ocurrida en San Juan, capital de Puerto Rico.
En sus explicaciones ofrecidas el martes a la agencia de noticias local ‘Prensa Latina’, el joven detalló que la CIA alega que el caso está vinculado con la seguridad de Estados Unidos.
Aseguró que el FBI también está al tanto del asesinato, sin embargo, como la CIA se niega a entregar la documentación.
Por su parte, el exfiscal general de los Estados Unidos, Eric Holder, prefirió hacer caso omiso a numerosas cartas que la familia de Muñiz Varela le había enviado para esclarecer el asunto.
Tal negativa hizo que compañeros y familiares del asesinado recurrieran a otra autoridad estadounidense.
Nos proponemos pedirle a la recién nombrada secretaria de Justicia de Estados Unidos, Loretta Lynch, que libere los documentos que tienen el FBI y la CIA sobre el asesinato de mi padre
“Nos proponemos pedirle a la recién nombrada secretaria de Justicia de Estados Unidos, Loretta Lynch, que libere los documentos que tienen el FBI y la CIA sobre el asesinato de mi padre”, anunció el hijo mientras contaba los intentos realizados durante estas casi 4 décadas.
Muñiz Pérez (foto inferior) aseveró que “elevarían el caso a la consideración de organismo de derechos humanos, un tema que irónicamente preocupa a Estados Unidos cuando se trata de terceros países”.
Muñiz Varela, fue asesinado a los 26 años al volante de su auto por un comando de terroristas de la ultraderecha cubana que operaba al amparo de policías puertorriqueños.
Él perdió la vida por abogar por la reunificación de la familia cubana, principalmente quienes dejaron su patria engañados por la propaganda contrarrevolucionaria.
El 17 de diciembre de 2014, Cuba y Estados Unidos anunciaron el inicio de un proceso para normalizar las relaciones diplomáticas, después de más de medio siglo de distanciamiento debido a la victoria de la Revolución Cubana el 1 de enero de 1959.
En esta línea, ambas partes empezaron el 31 de marzo los diálogos sobre derechos humanos en la capital estadounidense, Washington.
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