“Me gustaría ser el secretario de Estado [del Gobierno de Trump] y viajar por el mundo” para llevar nuestro mensaje a otros países, dijo el miércoles David Duke, exlíder del KKK, durante una entrevista con el rotativo británico The Independent.
Ya días antes Duke había expresado su apoyo a la campaña presidencial de Trump y había advertido a sus seguidores de que no votar por el magnate estadounidense sería “una traición”. Trump, en un principio, se negó a condenar a KKK y deslindarse del exlíder racista.
Ku Klux Klan es un grupo racista creado en el siglo XIX que promueve la xenofobia así como la supremacía de la raza blanca. Con frecuencia el KKK recurre al terrorismo y actos violentos para intimidar a las minorías, en especial a los afrodescendientes.
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