El canciller iraní, Hosein Amir Abdolahian, ha afirmado este jueves que se han logrado buenos avances en las conversaciones en curso en Viena (Austria) con el Grupo 4+1, destinadas a revitalizar el acuerdo nuclear iraní —de nombre oficial Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés)—, pero, ha considerado, para lograr un acuerdo final, la parte occidental debe tomar una decisión política “valiente y realista”.
“Acelerar la conclusión de un acuerdo [en Viena] requiere una voluntad seria por parte de Occidente de tomar una decisión política valiente y realista para garantizar los intereses de Irán, especialmente el levantamiento objetivo de las sanciones, a fin de llegar a un acuerdo duradero”, ha afirmado Amir Abdolahian en una llamada telefónica con la secretaria británica de Exteriores, Liz Truss.
El alto diplomático iraní también ha expresado su esperanza de que las partes europeas del PIAC, o sea, el Reino Unido, Francia y Alemania, adopten un enfoque realista y desempeñen un papel constructivo y apropiado para ayudar a alcanzar un acuerdo.
Desde abril del año pasado, Irán, el Reino Unido, Francia, China, Rusia, y Alemania, han celebrado ocho rondas de negociaciones en Viena (capital austriaca) con el objetivo de reactivar el acuerdo nuclear firmado en 2015. Estados Unidos participa en las pláticas de manera indirecta porque desde su retirada unilateral del PIAC en mayo de 2018, ya no es un miembro vigente del pacto.
Por su parte, Truss, cuyo país es parte de las negociaciones de Viena, ha indicado que Irán y el Grupo 4+1 han alcanzado hasta el momento logros positivos, pero deben completar el proceso de negociaciones y concluir un acuerdo acordado por todos lados tan pronto como sea posible.
Durante la conversación telefónica, las partes también han dicho que el pago de las deudas vencidas del Reino Unido con Irán se encuentra entre los principales problemas entre Teherán y Londres, destacando la importancia de encontrar una forma adecuada de resolverlo lo antes posible.
En este sentido, la secretaria británica de Exteriores ha expresado su esperanza de que los dos países resuelvan los asuntos consulares relacionados con los prisioneros y el pago de la deuda de Londres con Teherán en un futuro cercano a través de una cooperación continua. Truss ha dicho también que las crecientes relaciones entre los dos países servirían a los intereses comunes.
Se trata de una deuda de más de 400 millones de libras esterlinas (528 millones de dólares estadounidenses) que Londres debe pagar a Teherán en virtud de un acuerdo militar que los dos países rubricaron durante la década de 1970 para la compra de cientos de tanques Chieftain y otros vehículos blindados, pero dicho convenio quedó cancelado tras la victoria de la Revolución Islámica en 1979 y debido a las sanciones impuestas contra Teherán.
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