“Expreso mi más sentido pésame al Gobierno hermano y al pueblo de Irak, así como a las familias de las víctimas del doloroso y trágico incidente en el Hospital Ibn al-Jatib de Bagdad. Pido a Dios Todopoderoso misericordia para los mártires de este incidente y la pronta curación de los heridos”, ha indicado este domingo el canciller iraní, Mohamad Yavad Zarif, en un mensaje publicado en lengua árabe en su cuenta de Twitter.
Por su parte, el portavoz de la Cancillería iraní, Said Jatibzade, ha manifestado la solidaridad del Gobierno y la nación iraníes con el Gobierno y el pueblo iraquíes, especialmente con las familias de las víctimas de esta tragedia.
El incendio desatado en la unidad de cuidados intensivos (UCI) para pacientes con el coronavirus, causante de la COVID-19, en Bagdad (capital iraquí) se ha saldado con al menos 82 muertos y 110 heridos, según ha confirmado esta misma jornada el Ministerio iraquí del Interior a través de un comunicado y tras revisar el recuento anterior de víctimas mortales.
El suceso, acaecido la noche del sábado al domingo, se produjo a raíz de la explosión de una bombona de oxígeno en el Hospital Ibn al-Jatib, situado en la periferia sureste de la capital iraquí.
El primer ministro iraquí, Mustafa al-Kazemi, ha declarado tres días de luto nacional por este incidente y ordenado el inicio de “una investigación de inmediato”, así como el arresto de todos los involucrados, incluido el director del hospital y los jefes de seguridad, hasta que se identifiquen las causas del suceso. Asimismo, ha suspendido al ministro de Salud, Hasan al Tamimi, y al gobernador de Bagdad, Muhamed Yaber.
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