Los ministros de Exteriores de Irán y China, Mohamad Yavad Zarif y Wang Yi, respectivamente, mantuvieron el miércoles una videoconferencia, donde abordaron un abanico de temas, entre los cuales destaca el acuerdo nuclear y los peligros del unilateralismo ejercido por EE.UU. con dicho convenio.
“China se opone a cualquier esfuerzo por cambiar las provisiones del PIAC (siglas del Plan Integral de Acción Conjunta, nombre por el que se conoce oficialmente el pacto nuclear) y la resolución 2231 del Consejo de Seguridad”, expresó Wang en alusión directa a los intentos de EE.UU. por destruir el acuerdo.
El canciller chino restó a EE.UU. cualquier derecho a “recurrir a los mecanismos previstos” en el PIAC después de su salida unilateral del pacto en mayo de 2018.
De hecho, Wang denunció el plan que Washington está desarrollando para lograr la extensión del embargo de armas a la República Islámica que, en virtud de la resolución 2231 que aprueba el pacto, expirará el próximo 18 de octubre.
Ambos cancilleres enfatizaron, del mismo modo, la necesidad de afianzar los lazos bilaterales y las cooperaciones en ámbitos como el comercial.
Después del encuentro, Zarif publicó un mensaje en lengua china en su cuenta oficial de la red social Twitter, donde subrayó que sus conversaciones con su par chino se centraron en el fortalecimiento de los lazos estratégicos y las cooperaciones de 25 años de los dos países, así como en el apoyo mutuo de ambas naciones en los asuntos internacionales.
“Reafirmamos nuestro apoyo al acuerdo nuclear con Irán, el multilateralismo y el derecho internacional, y nos opusimos conjuntamente al unilateralismo y al debilitamiento del pacto”, se lee en el tuit del jefe de la Diplomacia iraní.
Al destino del Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, por sus siglas en inglés) le rodea un aura de ambigüedad después de la retirada de EE.UU. y la inacción de Europa para salvaguardarlo. Esta situación se agudizó aún más tras la aprobación de una resolución antiraní, presentada por los firmantes europeos del convenio, en la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA).
Se alerta que esa resolución podría ser la base para más acciones en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU) y podría conducir al término del PIAC.
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