Según informó el lunes el Departamento de Salud, Socorro y Tratamiento de la Cartera castrense iraní, el sistema, que se dará a conocer en un futuro cercano, utiliza herramientas como pulseras y módems inteligentes de salud, capaces de medir la temperatura corporal, la frecuencia cardíaca y el oxígeno en la sangre.
“El Ministerio de Defensa y las Fuerzas Armadas de la República Islámica de Irán están listos para hacer frente a todo tipo de amenazas, incluidas las no biológicas, químicas, nucleares y las amenazas modernas”, enfatizó subrayando la exitosa gestión de Irán en controlar la pandemia en comparación con otros países pese a “40 años de sanciones” impuestas ilegalmente en su contra.
A pesar de las dificultades provocadas por las sanciones, los contagios en Irán han registrado una curva descendente.
Teherán señala que las amplias sanciones unilaterales de EE.UU. que le impiden la importación de fármacos y equipos médicos necesarios en plena lucha contra la COVID-19 constituyen “terrorismo médico”, que se suma al “terrorismo económico” que aplica contra la nación persa.
Ante tal coyuntura, el presidente iraní, Hasan Rohani, ha pedido a los científicos persas que duplicaran sus esfuerzos para desarrollar fármacos y una vacuna contra la COVID-19.
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