“Las Fuerzas Armadas iraníes están listas para intercambiar y transferir las experiencias adquiridas a las autoridades de países amigos y hermanos”, así lo ha enfatizado el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Irán, el general de división Mohamad Hosein Baqeri.
En unos mensajes separados que ha remetido a los ministros de Defensa y los jefes de Estado Mayor de Irak, Azerbaiyán, Afganistán, Paquistán, Omán, Catar, Kuwait, Siria y El Líbano, el militar de alto rango iraní ha destacado el papel clave que las FF.AA. del país persa tenían en el éxito de la República Islámica en contrarrestar la propagación del virus peligroso.
Baqeri ha advertido de que el hecho de no hacer frente a la enfermedad de manera adecuada y prudente puede continuar acelerando la pandemia y poniendo en peligro la salud de una nación.
“El éxito de la República Islámica de Irán en el control de este virus puede allanar el camino para otras naciones islámicas y los países amigos y vecinos”, ha sostenido.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reconocido que Irán ha actuado muy bien en la reducción del número de los infectados y fallecidos por la COVID-19.
Desde que apareció la pandemia en el país persa, las Fuerzas Armadas han estado luchado para evitar la expansión del patógeno letal al establecer decenas de hospitales de campo en varias provincias, implicándose además en la fabricación de mascarillas y equipos médicos de protección, como así también en la desinfección de lugares públicos, entre otras medidas ofrecidas.
Durante las últimas décadas, el sector militar de Irán, pese a las sanciones ilegales de EE.UU., ha logrado reforzar sus capacidades defensivas.
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