La detención fue descrita por los medios de comunicación británicos como un “golpe por golpe” de Teherán en respuesta a la incautación por Londres del superpetrolero Grace 1 con crudo iraní en Gibraltar.
Aunque Teherán aseguró que no dejará sin respuesta a la medida ‘ilegal’ del Reino Unido y se reservará el derecho a la recíprocidad, parece que la retención de Stena Impero se hizo porque infringió varias normas internacionales.
El buque apagó su localizador GPS —algo que aumenta el riesgo de un accidente y también podría interpretarse como una amenaza para la seguridad—, no estaba en su legítima dirección de viaje, representaba una amenaza para el medio ambiente regional por la fuga de petróleo.
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