Una de nuestras principales responsabilidades inherentes es controlar los buques de guerra extranjeros en aguas internacionales, así como cualquier cosa que pudiera poner en peligro los intereses nacionales de la República Islámica de Irán
El lunes, dos aviones de vigilancia marítima estadounidense P-3C Orion, junto con el destructor USS Winston S. Churchill (DDG-81), se excedieron de la distancia estándar de 5 millas náuticas que les separaba del destructor iraní Alborz 72.
Esta actuación originó que el buque persa, que se encuentra actualmente en el golfo de Adén con el fin de realizar patrullas rutinarias, les lanzara una advertencia en la que se les obligaba a cambiar de rumbo y a alejarse del lugar
"Una de nuestras principales responsabilidades inherentes es controlar los buques de guerra extranjeros en aguas internacionales, así como cualquier cosa que pudiera poner en peligro los intereses nacionales de la República Islámica de Irán", precisó el comandante de la 34ª flota de la Marina iraní, el capitán Mostafa Tayediní.
De igual forma, se refirió a la agresión saudí contra Yemen y, en este sentido, sostuvo que la coalición, integrada por 10 países, incluida la mayoría de los Estados miembros del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG-integrado por los países árabes ribereños del Golfo Pérsico), ha desplegado sus buques de guerra en las aguas regionales para velar por los intereses de Arabia Saudí.
La coalición árabe-occidente ha sido formada con el fin de contribuir a los crímenes de Arabia Saudí en Yemen, de hecho, nuestra presencia en esta zona les molesta mucho
“La coalición árabe-occidente ha sido formada con el fin de contribuir a los crímenes de Arabia Saudí en Yemen, de hecho, nuestra presencia en esta zona les molesta mucho”, subrayó.
Finalmente, el alto mando castrense volvió a reiterar que la presencia de Irán en aguas internacionales se lleva a cabo de acuerdo con el derecho internacional.
La 34ª flota de la Armada iraní está compuesta por el buque logístico Bushehr y el destructor Alborz. Tiene como misión suministrar seguridad a las rutas de comunicación marítima de Irán, combatir el terrorismo y proveer de seguridad a las aguas de la región.
Cabe destacar que la Fuerza Naval del Ejército de la República Islámica ha estado presente desde hace siete años en las regiones del golfo de Adén, la entrada del estrecho de Bab el-Mandeb, y el mar Rojo, entre otras zonas.
La Armada iraní ha frustrado en los dos últimos años más de 200 ataques piratas contra buques y petroleros, tanto iraníes como extranjeros, y ha escoltado a más de 2000 barcos comerciales.
Teherán siempre ha afirmado que su doctrina militar se fundamenta en la disuasión, y su poderío militar no representa amenaza alguna para otros países, en particular para sus vecinos.
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