Estados Unidos, tras coordinaciones con la Unión Europea (UE), anunció el martes un paquete de sanciones contra varios funcionarios rusos, con el propósito de presionar la puesta en libertad del líder opositor Alexéi Navalni, que fue detenido en febrero a su llegada a Moscú.
Al respecto, el ministro cubano de Asuntos Exteriores, en su cuenta de Twitter tras rechazar los embargos de Washington y la Unión Europea contra Rusia, los consideró como una injerencia en los asuntos internos de Moscú.
Por su parte, el portavoz del Kremlim, Dimitri Peskov, ha calificado tales restricciones como “inaceptables porque dañan significativamente las ya deplorables relaciones “tanto con la Unión Europea como con Estados Unidos”.
Rechazamos las nuevas sanciones, unilaterales e injustas, impuestas a la Federación de Rusia, que constituyen una clara violación del Derecho Internacional y la Carta de la ONU, además de una injerencia en los asuntos internos de ese hermano país.
— Bruno Rodríguez P (@BrunoRguezP) March 4, 2021
El 20 de febrero, el Tribunal de Moscú confirmó el fallo del pasado 2 de febrero que ordenó el ingreso en prisión de Navalni, aunque redujo un mes y medio la sentencia inicial de tres años de cárcel, al tener en cuenta el tiempo que había pasado en arresto domiciliario.
Tras el anuncio de la decisión de la corte moscovita, varias naciones del Occidente solicitaron la liberación de Navalni, entre ellas, EE.UU., Francia, el Reino Unido y Alemania. No obstante Moscú les recomendó prestar atención a la situación de sus propios territorios.
Las relaciones entre Rusia y la UE, así como EE.UU., se encuentran en su nivel más bajo y se volvieron aún más complejas por el caso de Navalni.
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