El viernes, EE.UU. añadió en su lista negra a 34 buques pertenecientes a la empresa estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), así como a dos firmas que transportan el petróleo venezolano a Cuba para presionar al Gobierno del presidente bolivariano, Nicolás Maduro.
“Rechazo enérgicamente nuevas medidas de piratería económica adoptadas por Washington para dañar a Venezuela”, ha señalado este viernes el ministro cubano de Asuntos Exteriores, Bruno Rodríguez.
En un mensaje difundido en su cuenta en la red social de Twitter, Rodríguez ha advertido de que los nuevos embargos de Washington se enmarcan dentro del objetivo de la Administración de EE.UU., presidida por Donald Trump, de robar los recursos del país suramericano; No obstante, ha aseverado que Washington fracasará en sus planes contra América Latina.
Rechazo enérgicamente nuevas medidas de piratería económica adoptadas por Washington para dañar a Venezuela”, declara el ministro cubano de Asuntos Exteriores, Bruno Rodríguez.
El secretario del Departamento del Tesoro de EE.UU., Steven Mnuchin, explicó el mismo viernes que Washington seguirá tomando medidas enérgicas contra Caracas “no solo para aislar a las empresas” de la República Bolivariana, “sino también para atacar a los partidarios de Maduro en Cuba.
Al respecto, el canciller cubano ha puesto de relieve en otro tuit que las nuevas medidas anticubanas de Estados Unidos no darán resultado, pues “van en contra del sentido de la historia y la voluntad mayoritaria del pueblo estadounidense”.
“Denuncio escalada de agresiones ‘monroístas’ de EE.UU. contra Nuestra América y el uso de mentiras escandalosas contra Cuba”, ha señalado Rodríguez.
Las nuevas sanciones antivenezolanas de EE.UU. se producen en momentos de la turbulencia en Venezuela debido a la autroproclamación como “presidente encargado” de la República Bolivariana de Juan Guaidó, jefe de la Asamblea Nacional (AN) venezolana —de mayoría opositora y en desacato desde 2016—, con el apoyo de Washington.
Por su parte, Cuba ha ratificado en reiteradas ocasiones su apoyo al Gobierno de Maduro ante los intentos imperialistas para “desacreditar y desestabilizar a la Revolución Bolivariana”.
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