El consejo especial que estudia el caso de un millonario tráfico de influencias en el país asiático ha pedido este lunes a un tribunal de Seúl, la capital, la detención de Lee Jae-Yong, hijo del poderoso presidente del conglomerado Samsung, Lee Kun-Hee, pues dicha corte deberá decidir si emite o no la orden.
La oficina tenía previsto decidir el domingo, pero aplazó su decisión un día para examinar más el potencial impacto económico que tendría dicho arresto, aunque ha evitado desde entonces dar más detalles sobre las posibles consecuencias negativas.
Las leyes y principios son el parámetro más importante, y luego hay también que considerar varios factores mencionados anteriormente, nosotros decidiremos según las leyes y principios”, dijo un portavoz de la Fiscalía surcoreana.
“Las leyes y principios son el parámetro más importante, y luego hay también que considerar varios factores mencionados anteriormente, nosotros decidiremos según las leyes y principios”, dijo un portavoz de la Fiscalía.
Lee Jae-Yong fue interrogado el jueves durante 22 horas por su supuesta involucración en el tráfico de influencias y por donar 20 000 millones de wons (17 millones de dólares) a las fundaciones de Choi Soon-sil, amiga íntima de la presidenta surcoreana, Park Geun-hye, y de la que se afirma que influyó en la presidenta y disfrutó de distintos beneficios durante su mandato.
Choi ha declarado este lunes ante el Tribunal Constitucional que “nunca obtuvo beneficios ni privilegios” a través de su lazos con la jefa de Estado y que “todo está fuera de lógica”.
El escándalo de corrupción en Corea del Sur provocó la destitución de la presidenta del país. Park también es sospechosa de haber desempeñado cierto papel en la presión ejercida sobre empresas como Samsung o Hyundai para que financiaran a espuertas a dos fundaciones sin ánimo de lucro vinculadas a Choi. Actualmente se la acusa de conspiración para cometer fraude y está a disposición de la Justicia del país asiático.
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