“Ante las amenazas que ha anunciado en los últimos días el grupo terrorista del ELN (Ejército de Liberación Nacional) contra el país en febrero, el Gobierno Nacional informa que las Fuerzas Militares y la Policía, en todo el territorio nacional, están listos a prevenir y contrarrestar cualquier acción que estos terroristas pretendan adelantar”, ha dicho este lunes el ministro de Defensa colombiano, Carlos Holmes Trujillo, durante una rueda de prensa ofrecida en la capitalina Bogotá.
El ELN anunció el sábado un “paro armado” de 72 horas a partir del 14 de febrero, situación en la que los guerrilleros suelen restringir el desplazamiento de vehículos por carreteras y la movilidad de las personas, amenazando con ataques.
La guerrilla no presentó ninguna razón para el paro, si bien por estas fechas se conmemoran los 54 años de la muerte en combate de uno de sus más conocidos militantes, Camilo Torres.
Holmes ha asegurado que las fuerzas colombianas darán una respuesta “legítima” y con “firmeza adecuada” a las amenazas del ELN y no permitirán a esta guerrilla “chantajear al Gobierno con terrorismo y ataques a la población civil y a la infraestructura”.
El titular colombiano ha cuestionado el proclamado deseo de la citada guerrilla para lograr la paz, recordando el enero de 2019, cuando el ELN “asesinó de manera cobarde a 22 cadetes en la Escuela General Santander”, al mismo tiempo que pedía negociaciones de paz.
Después de ese mortífero ataque, el presidente colombiano, Iván Duque, dio por terminados los diálogos de paz que el ELN, la única guerrilla activa en Colombia, había entablado con Bogotá durante el Gobierno de Juan Manuel Santos (2010-2018).
Aun así, el Ejecutivo de Duque volvió a anunciar en fechas recientes que se abría a la posibilidad de mantener nuevas conversaciones con el ELN, siempre y cuando, esta guerrilla libere a todos los secuestrados y que no cometa más actos hostiles. Pero, con el último paro armado anunciado por este grupo armado, se queda en saco roto el ofrecimiento de Bogotá.
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