La agencia espacial rusa Roscosmos ha anunciado que el carguero Progress M-27M que sufrió problemas técnicos tras su lanzamiento el pasado 28 de abril que le impidieron alcanzar la órbita prevista, se ha desintegrado a las 02:04 GMT sobre el Pacífico Central.
"De acuerdo con los cálculos, la nave ya se ha desintegrado. Por lo menos, ni nuestros medios de control, ni los estadounidenses lo ven", ha contado una fuente de la industria espacial al respecto.

La Progress fue lanzada rumbo a la Estación Espacial Internacional el 28 de abril desde el cosmódromo de Baikonur con un cargamento de más de 2,5 toneladas para abastecer a la tripulación espacial, pero la nave no logró acoplarse a la estación espacial al salirse de la órbita prevista.
Las naves Progress, que se emplean desde hace 35 años, son uno de los grandes orgullos de la industria aeroespacial rusa, con un historial prácticamente inmaculado: hasta ahora habían sufrido un solo accidente, en agosto de 2011, provocado por un fallo del cohete portador.
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