El jugador serbio se adjudica así su octavo título de la temporada y el 56º en su carrera. Es, además, la sexta ocasión que gana el torneo de Pekín, tras hacerlo en 2009, 2010, 2012, 2013 y 2014.
Djokovic, además, ha ganado tres de los cuatro títulos de Grand Slam de la temporada y no da muestras de cansancio en este final de temporada.
Era la 45ª vez que ambos jugadores se enfrentaban, en uno de los duelos clásicos de las últimas temporadas.
En el historial de duelos particulares, Nadal domina a Djokovic por 23 triunfos a 22, aunque el serbio ha ganado los tres últimos, este año en semifinales de Montecarlo y luego en cuartos de final de Roland Garros, en ambos casos sobre tierra batida, la superficie predilecta del español, además de la final de este domingo.
Nadal no gana a Djokovic desde la final de Roland Garros en 2014 y en superficie dura desde el partido por el título del US Open en 2013.
Desde el inicio del partido, Djokovic metió presión a su rival y con golpes demoledores rompió el servicio inicial de Nadal, que era incapaz de responder a semejante intercambio.
Con 3-1 en contra, Nadal dispuso de dos bolas para romper el servicio de su rival (la única ocasión que tuvo en todo el encuentro para hacerlo), pero Djokovic, que se encuentra pletórico de juego y confianza, las salvó y acabó llevándose el primer set por 6-2 en 43 minutos.
Los problemas para Nadal aumentaron en el inicio del segundo set cuando necesitó asistencia médica por unas molestias en el pie derecho.
El Abierto de China, que se juega en Pekín, se disputa sobre superficie dura y reparte 2.700.510 millones de dólares en premios.
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