El máximo diplomático chino, Wang Yi, ha avisado este lunes que el disputado mar del Sur o mar de la China Meridional es un “parque safari” para países extrarregionales ni un “campo de batalla” para que compitan las potencias mundiales.
En su intervención en la apertura de un seminario virtual que conmemora el vigésimo aniversario de la firma de la Declaración sobre la Conducta de las Partes en el Mar de la China Meridional, Wang ha dejado en claro que el asunto del mar del Sur de China debe ser manejado por los propios países de la región.
Las declaraciones del jefe de la Diplomacia chino parecen más que todo ser una advertencia velada a Estados Unidos, país que envía con frecuencia buques de guerra y aviones de combate al mar del Sur de China para reafirmar, como dice, su “compromiso por una región del Indo-Pacífico libre y abierto”.
China, que reclama la soberanía de más del 90 por ciento de ese mar, y mantiene disputas con cuatro países del sureste asiático y Taiwán por el control de sus aguas e islas, denuncia las acciones provocadoras de EE.UU. en la zona, y acusa a Washington de intentar militarizar ese mar.
La tensión se acrecentó a mediados del mes en curso entre EE.UU. y China después de que el primero enviara un destructor de misiles guiados al mar de la China Meridional dos veces en menos una semana.
En reacción, Pekín acusó a Washington de ser un “generador de riesgos de seguridad en el mar de China Meridional y un factor de alteración de la paz y la seguridad regional”.
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