Las fuerzas del Ejército Popular de Liberación (EPL) de China se disponen a establecerse en la Base Naval de Ream de Camboya, en el Golfo de Tailandia, en base a un contrato de arrendamiento de 30 años suscrito a principios del 2019 entre las autoridades camboyanas y chinas, según informó el lunes la revista estadounidense The National Interest.
El acuerdo incluye también el envío de personal militar, así como la instalación de un depósito de armas y el atraque de buques de combate de la Armada de China en la referida base naval.
Este despliegue, conforme al medio, fortalecería aún más el poderío del EPL cerca del estratégico estrecho de Malaca, a través del cual pasa al menos el 80 por ciento de las importaciones de combustible del gigante asiático.
Por otra parte, recuerda la fuente, el uso permitido de las instalaciones portuarias de Ream a las fuerzas chinas generó en su día una cierta controversia entre EE.UU. y Camboya, puesto que, desde 2010, el sitio militar ha sido utilizado como lugar de entrenamiento y ejercicios navales conjuntos entre ambos países en el marco del programa de Cooperación a flote, preparación y formación (CARAT, por sus siglas en inglés) —una serie de maniobras militares de carácter bilateral y anuales realizadas por la Flota del Pacífico de Estados Unidos con varias naciones del sudeste de Asia—.
En octubre de 2020, EE.UU. no solo expresó su decepción por la decisión del Gobierno camboyano de derribar un edificio financiado por Washington ocho años antes y que estaba destinado al programa de CARAT, sino que también manifestó serias preocupaciones de que las acciones de Camboya estuvieran vinculadas a la posible transformación de la instalación para uso de la Armada del EPL de China.
“Tal presencia militar tendría un impacto negativo en la relación bilateral entre Estados Unidos y Camboya”, declaró Chad Roedemeier, portavoz de la embajada estadounidense en Nom Pen.
En realidad, Washington considera que el despliegue militar de China en la Base Naval de Ream supone un peligro para las operaciones y los movimientos de las fuerzas de su propia Armada en esta región surasiática.
De acuerdo al reporte, la presencia china en una base camboyana en las orillas del golfo de Tailandia no solo aportaría al EPL un nuevo flanco sur en las aguas disputadas del mar de la China Meridional, sino que también mejoraría su capacidad para responder a cualquier conflicto que pudiera darse cerca del estratégico estrecho de Malaca.
De todas formas, el primer ministro de Camboya, Hun Sen, para quitar hierro al asunto aclaró en su momento que, si bien las nuevas instalaciones portuarias serían financiadas y usadas por China, los astilleros estarían abiertos a todos.
“Si un buque de la armada extranjera puede atracar en el puerto de la Base Naval de Ream, buques de otros países pueden hacer lo mismo, pero con la pertinente autorización por tratarse de una base militar”, conforme anotó Hun a la revista estadounidense The Diplomat.
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