Según el portavoz de la Oficina de Asuntos de Taiwán del Consejo de Estado chino, Ma Xiaoguang, esta cuestión, esencial para la soberanía y la integridad territorial de China, sigue siendo el problema más importante y sensible entre Pekín y Washington, reporta este viernes la agencia china de noticias Xinhua.
Las interferencias extranjeras en los asuntos entre ambos lados del estrecho de Taiwán no hará más que incrementar la tensión y la inquietud en la región, ha recalcado Ma, antes de subrayar que si esta situación se prolonga por más tiempo complicará aún más las relaciones entre la parte continental china y Taipéi.
El portavoz ha hecho estas declaraciones a propósito de la Ley de Autorización de Defensa Nacional del Año Fiscal 2019 aprobada el miércoles por el Senado estadounidense, que respalda el fortalecimiento de las relaciones con la isla asiática en materia de defensa.
Esta norma contempla la asignación de unos 716 mil millones de dólares al refuerzo de la capacidad defensiva taiwanesa, así como a expandir las maniobras militares estadounidenses cerca de las costas continentales de China, conforme ha recogido este mismo viernes el portal chino Ecns.cn.
Este sitio web apunta que las pretensiones políticas de los dirigentes del Partido Democrático Progresista (PDP) de Taiwán, encabezado por la actual presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, no tendrán más resultado que dañar aun más las relaciones entre Pekín y Taipéi, al implicar a las potencias extranjeras.
La mencionada ley estadounidense va de la mano con otra que vio luz hace unos meses, cuando el Senado dio su consentimiento por unanimidad a una Ley de Viajes a Taiwán (TTA, por sus siglas en inglés) que promueve vínculos más cercanos entre Washington y Taipéi.
La Cancillería del gigante asiático se opuso ya en su momento a que Estados Unidos o cualquier otro país pretendieran cuestionar la soberanía china sobre la isla promulgando leyes que violen el principio de una sola China, pues Pekín considera a Taiwán una provincia separatista.
China ha criticado y rechazado en repetidas ocasiones todos los contactos que mantienen a nivel militar Taiwán y EE.UU., por considerarlos una amenaza a su integridad territorial.
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