La familia de Guilherme Silva Guedes, de 15 años, halló su cuerpo sin vida el lunes; el cadáver presentaba disparos en las manos y la cabeza. Asimismo, según algunos de los familiares, que afirman que el joven habría desaparecido por obra de un policía que trabajaba como guardia de seguridad en la zona durante el fin de semana, la víctima también mostraba signos de agresión.
Este suceso airó a familiares y amigos, que comenzaron a manifestarse la tarde del mismo lunes en el barrio de Vila Clara, en la zona sur de la ciudad de Sao Paulo. La protesta, inicialmente pacífica, se extendió más de tres horas, para luego derivar en una confrontación entre los indignados y la Policía Militar.
De acuerdo con el municipio de Diadema, la protesta sobrepasó los límites del municipio de Sao Paulo y se desató un enfrentamiento entre los descontentos y los soldados por el patrullaje de la Guardia Civil Metropolitana (GCM) en la ciudad vecina.
Durante el choque, la GCM usó bombas de gas para dispersar la concentración, y al menos un guardia civil resultó herido en una mano a raíz de las piedras arrojadas contra los vehículos policiales, mientras que una persona fue detenida.
A pesar de que la Policía Militar declaró que no hay informes de que el joven fuera asesinado debido a la actuación de sus agentes, la Secretaría de Seguridad Pública de Sao Paulo informó, por su parte, que “el caso del adolescente de 15 años fue remitido al Departamento de Homicidios y Protección Personal (DHPP) para investigaciones. La Policía Militar también supervisa la investigación. Participación comprobada de la Policía, se adoptarán las medidas apropiadas”.
La violencia es uno de los problemas endémicos de Brasil y una de las principales preocupaciones de la opinión pública.
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