“Comenzaremos a ser un gobierno que pueda colocar a Brasil en un lugar importante”, ha manifestado este domingo el candidato del Partido Social Liberal (PSL), Jair Bolsonaro tras imponerse en la segunda vuelta de las presidenciales.
El líder ultraderechista, quien se ha declarado preparado para asumir sus compromisos de campaña, ha agradecido a los brasileños “la confianza” depositada en él.
“Nuestra misión no se escoge ni se discute, se cumple. Todos juntos cumpliremos la misión de rescatar a nuestro país”, ha recalcado el capitán de la reserva del ejército y diputado federal dese el año 1991 en una transmisión a través de Facebook.
Durante su mensaje, Bolsonaro ha advertido de que el gigante sudamericano “coquetea con el socialismo, el comunismo y el extremismo de izquierda”.
Comenzaremos a ser un gobierno que pueda colocar a Brasil en un lugar importante”, ha manifestado el candidato del Partido Social Liberal (PSL), Jair Bolsonaro tras imponerse en la segunda vuelta de las presidenciales.
Luego de la transmisión, el presidente electo se ha reunido con sus seguidores para rezar y ha leído su discurso de victoria, prometiendo mejorar la situación económica del país, sumido ampliamente en la corrupción.
Asimismo, ha prometido un giro en la diplomacia de Brasil hacia las “naciones más desarrolladas”, pues liberará al país de las relaciones internacionales a las que fue sometido en los últimos años.
Bolsonaro se ha alzado con la victoria en la segunda vuelta de las elecciones con un 55,2 por ciento de los votos, según el Tribunal Supremo Electoral (TSE). Y su rival, el candidato del Partido de los Trabajadores (PT), Fernando Haddad, ha obtenido un 44,8 por ciento de los votos.
El candidato del PSL, de 63 años, empezó a ganar impulso tras un ataque a puñaladas en un mitin el pasado mes de septiembre que le impidió hacer campaña. Bolsonaro recurrió a las redes sociales para ganar votos y triunfar.
Apodado “el Donald Trump brasileño”, Bolsonaro se caracterizó por su discurso misógino y racista, además es defensor del porte de armas. El ahora electo presidente cuenta con el respaldo de un grupo de generales retirados que abogan públicamente por la intervención militar si continúa la corrupción, lacra que los partidarios del derechista atribuyen al PT.
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