El Ministerio bareiní de Asuntos Exteriores, en un comunicado, declara persona “non grata” al encargado de negocios de Irán en Manama y le da un plazo de 72 horas para que abandone el país, bajo el alegato de injerencia del país persa en los asuntos internos de Baréin.
La Cancillería bareiní acusó asimismo a Teherán de formar y armar a grupos opuestos al régimen de Al Jalifa.
La decisión fue tomada un día después de que funcionarios bareiníes, en un comunicado, anunciaran haber arrestado a un número de personas que supuestamente tenían vínculos terroristas con Irán e Irak.
De acuerdo con esta nota, las fuerzas del régimen de Al Jalifa también habían descubierto un gran alijo de armas en una casa en el pueblo de Nuwaidrat, ubicado a unos 10 kilómetros al sur de la capital, Manama.
El mencionado alijo incluía una tonelada y media de materiales poderosamente explosivos, fusiles automáticos, pistolas y granadas de mano.
El pasado 13 de septiembre, la portavoz de la Cancillería iraní, Marzie Afjam, recomendó al régimen de Baréin que se enfoque en zanjar su propia crisis en vez de eludir sus responsabilidades y lanzar acusaciones infundadas contra otros países.
Afjam confió en que sería mejor que el régimen de Al Jalifa, en vez de recurrir a falsas acusaciones contra otros y aplicar la mano dura contra los opositores al Gobierno, abra un diálogo político con su propio pueblo y resuelva a través de esta vía su crisis interna.
Desde febrero de 2011, los bareiníes protagonizan manifestaciones casi diarias contra la monarquía Al Jalifa, para reclamar, entre otros, el fin del monopolio de poder y la injerencia extranjera, así como la instauración de un sistema constitucional y un poder judicial independiente.
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