Sheij Qasem, ha emitido este viernes un comunicado con motivo del octavo aniversario del levantamiento popular contra el régimen de Manamá en 2011, y ha hecho énfasis en que el país debe tener una estabilidad basada en una relación justa entre su gente y el Gobierno.
El líder espiritual del disuelto partido opositor Al-Wefaq, destaca que el pueblo necesita un cambio y que el Gobierno debe tratar respetuosamente a su gente y reconocer sus derechos legítimos de realizar marchas pacíficas.
El líder religioso asegura que la nación bareiní, mientras luche por la causa de Dios, seguirá en el camino hacia la dignidad, la grandeza, el progreso y el logro de grandes metas y victorias.
Sheij Qasem denuncia también que el principal problema del país es la falta de justicia en los ámbitos político, legal, judicial, económico y social.
Es un obvia opresión que un gobierno utilice los recursos pertenecientes a la nación para construir cárceles, importar armas letales, mercenarios salvajes y agentes de tortura”, señala el clérigo chií de Baréin el sheij Isa Ahmad Qasem.
De igual modo, ha criticado las medidas represivas del régimen Al Jalifa contra los ciudadanos de las diferentes religiones que residen en el pequeño país del Golfo Pérsico.
“Es un obvia opresión que un gobierno utilice los recursos pertenecientes a la nación para construir cárceles, importar armas letales, mercenarios salvajes y agentes de tortura”, señala la nota
Desde 2011, Baréin es escenario de masivas protestas en las que los manifestantes exigen a diario que la monarquía de Al Jalifa renuncie al poder y permita que se establezca un sistema justo que represente a todos los ciudadanos bareiníes.
El régimen responde con medidas represivas a las denuncias de los activistas y somete a juicios sumarios a los políticos y civiles opositores, afirman diversos grupos pro derechos humanos, entre ellos, la organización Human Rights Watch (HRW).
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