• Transportador de los sistemas de misiles tácticos Iskander.
Publicada: jueves, 17 de noviembre de 2016 11:06
Actualizada: jueves, 17 de noviembre de 2016 15:55

El despliegue de los sistemas de misiles tácticos Iskander en Armenia es una medida necesaria y forzosa, declaró el presidente armenio, Serzh Sargsyan.

“Es una medida forzosa con el fin de equilibrar la situación militar en nuestra región”, comentó Sargsyan, en una entrevista publicada este jueves por la agencia rusa de noticias Sputnik.

El mandatario armenio justificó diciendo que la presencia de los misiles Iskander en su territorio es motivada porque su vecino oriental, Azerbaiyán, en los últimos años ha adquirido armas modernas con regularidad.

Es una medida forzosa con el fin de equilibrar la situación militar en nuestra región”, aseguró el presidente armenio, Serzh Sargsyan.

En este contexto, admitió que Armenia carece de las posibilidades financieras que cuenta Azerbaiyán, pero aun así señaló que espera estabilizar la situación y encontrar un antídoto al respecto.

Armenia y Azerbaiyán viven enemistados desde 1988, año en que comenzó el conflicto de Nagorno Karabaj, región situada en Azerbaiyán, al decidir este enclave independizarse por las armas de la que fuera la República Socialista Soviética de Azerbaiyán (1920-1991).

 

El dignatario explicó que precisamente ha encontrado el antídoto que son los sistemas Iskander, no obstante aclaró que Armenia no busca una carrera armamentística, pero añadió: “¿qué otra cosa se puede hacer si se siguen recibiendo amenazas de guerra y de exterminio físico cada día?”.

Ante esta coyuntura, Sargsyan aseveró que se deben tomar las medidas apropiadas y por ello ve necesario el reforzamiento de la base militar rusa emplazada en su país.

Armenia alberga una base rusa en la localidad de Gyumri, en el norte del país, que forma parte del sistema integrado de defensa antiaérea de la Comunidad de Estados Independientes (CEI).

El mandatario armenio sostuvo que el arreglo del conflicto en Nagorno Karabaj es posible sólo a través de un compromiso, que por supuesto no será una situación en la cual pueda vencer Armenia, Azerbaiyán o Karabaj.

En 1994, un alto el fuego puso fin al conflicto bélico —con un saldo de 30.000 muertos—, pero no resolvió el problema, por lo que desde entonces las escaramuzas son frecuentes en la frontera, y a veces terminan en treguas unilaterales. También, Rusia trata de acercar las posturas entre los dos vecinos para dar por terminada la disputa.

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