La policía israelí informó que 62 personas fueron arrestadas el miércoles, luego de que manifestantes irrumpieran en la sede del Likud en Tel Aviv —partido político del primer ministro Benjamin Netanyahu— y se atrincheraran en apoyo a los retenidos israelíes.
La protesta exigía un alto al fuego con el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) que permitiera su liberación.
Unas 3000 personas se reunieron en la Plaza de los Rehenes de Tel Aviv y en la adyacente calle Shaul Hamelech para una manifestación.
La policía dijo que las detenciones se realizaron “por alteración del orden público y enfrentamientos con la policía”, y describió de “ilegal” la manifestación. Según medios israelíes, algunos manifestantes lograron ingresar a la oficina del primer ministro, Benjamín Netanyahu.
Durante la manifestación, dos agentes de la policía resultaron heridos y uno sufrió una fractura en el brazo, según el comunicado policial.
Los manifestantes piden poner fin a la ofensiva en Gaza y llegar cuanto antes a un pacto con el movimiento palestino HAMAS para lograr el regreso de los retenidos, alertando de las graves consecuencias de expandir las agresiones en la zona ante unas negociaciones que se encuentran estancadas.
Acusan a Netanyahu de no priorizar la liberación de los israelíes en Gaza, pues a pesar del sufrimiento continuo de las familias, sus acciones y declaraciones han mostrado una falta de urgencia real en avanzar en las negociaciones con HAMAS.
Muchos consideran que su enfoque está más centrado en su supervivencia política, mantenerse en el poder y desviar la atención de las críticas hacia su gestión de la guerra.
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