• Sinovac, una de las empresas chinas que realizan ensayos clínicos de posibles vacunas contra la COVID-19, 24 de septiembre de 2020. (Foto: AFP)
Publicada: miércoles, 28 de octubre de 2020 19:33

El servicio de inteligencia de Israel (el Mossad) estudia sobre la vacuna desarrollada por China contra el nuevo coronavirus, causante de la COVID-19.

La cadena israelí Channel 12 informó en su edición del lunes que el Mossad “ha traído” la vacuna china a los territorios ocupados en las últimas semanas para “estudiarla y aprender” de ella.

Varias fuentes del régimen israelí han confirmado indirectamente el informe, según el diario local Jerusalem Post que, por su parte, ha citado a un alto funcionario del ministerio de salud israelí con conocimiento del asunto, señalando que el régimen de Tel Aviv busca llegar a acuerdos para comprar vacunas contra la mencionada enfermedad de varios otros países.

Hay varios esfuerzos diplomáticos detrás de escena. Estamos haciendo todo lo posible para garantizar que los ciudadanos israelíes tengan acceso a una vacuna lo antes posible”, ha señalado la fuente.

Sin embargo, Jerusalem Post precisa que no está claro por qué el Mossad se encuentra involucrado en este asunto en lugar del ministerio de relaciones exteriores y el ministerio de salud.

 

“Tanto el ministerio de relaciones exteriores como el ministerio de salud se negaron a comentar o remitieron el tema a la oficina del primer ministro”, anunció el martes el periódico israelí.

Por el momento, China no ha comentado al respecto.

Philip Giraldi, exfuncionario de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos destaca, en un artículo publicado en marzo, que hay muchas evidencias que prueban que la COVID-19 no nació de forma natural, es decir, por medio de mutaciones, sino más bien que fue cultivado en un laboratorio, posiblemente para servir como “un agente de guerra biológica”.

El exfuncionario de la CIA no descartó que EE.UU. podría haber “creado” al temido virus, en colaboración con Israel, en un intento por interrumpir el crecimiento económico y el poder militar de China. 

Sobre una posible colaboración de Israel en la propagación del virus, el exfuncionario de la CIA sostuvo que, pocas semanas tras el brote del coronavirus, científicos israelíes anunciaron que presentarían una vacuna en un plazo de 90 días; eso mientras el proceso de fabricación y realización de pruebas de un nuevo fármaco requieren más de un año, según afirman los científicos.

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