El columnista Ron Ben-Yishai escribió el domingo en el rotativo que las habilidades del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán en la región no han sufrido obstáculos, tras el asesinato de Soleimani, el comandante de la Fuerza Quds del CGRI.
El escritor recordó que el sucesor de Soleimani, el general Ismail Qaani, también prometió en enero pasado que continuaría el camino del mártir persa con la misma fuerza y aseguró que la única compensación para los iraníes por esta pérdida sería la eliminación total de la presencia militar de EE.UU. de Asia Occidental.
El 3 de enero, un ataque selectivo de Estados Unidos en Bagad (capital iraquí) acabó con la vida de Soleimani y del subcomandante de las Unidades de Movilización Popular de Irak (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe), Abu Mahdi al-Muhandis, y de otros combatientes iraníes e iraquíes. El atentado fue ordenado directamente por el presidente estadounidense, Donald Trump.
Después del ataque, el primer ministro del régimen de Israel, Benjamín Netanyahu, declaró que Trump “se merecía total aprecio” por haber ordenado la muerte de Soleimani.
En otra parte de su texto, Ben-Yishai alegó que el CGRI y sus aliados estarían “recopilando informaciones secretas para atacar a las tropas israelíes”.
Este escrito se publica en momentos en que el apoyo militar de Irán a Siria a petición del Gobierno de Damasco ha permitido al Ejército del país árabe acelerar sus avances en distintos frentes contra los grupos terroristas que, según distintos informes de inteligencia, cuentan con el apoyo logístico, armamentístico y financiero de Israel y EE.UU., entre otros.
La previsión de Ben-Yishai sobre un posible ataque del país persa contra el régimen israelí se suma a otras. En 2016, un artículo del Instituto Israelí de Estudios de Seguridad Nacional (INSS, por sus siglas en inglés) informó de la posible decisión de Irán de construir una base naval en las costas sirias, lo que a su juicio conllevarían “preocupantes consecuencias” para la seguridad de Israel.
alg/ncl/hnb