Los milicianos, que normalmente están armados con machetes y rara vez con armas de fuego, atacaron el viernes a los policías cuando se desplazaban entre las localidades de Tshikapa y Kananga, y luego robaron los armamentos y vehículos de la Policía, ha explicado un portavoz del parlamento provincial de Kasai, François Kalamba, citado este sábado por la agencia británica de noticias Reuters.
"Fueron detenidos por los miembros de la milicia y decapitaron a unos 40", ha dicho Kalamba para después añadir que el ataque fue el “más mortífero” contra las fuerzas de seguridad desde el año pasado.
El ataque del viernes tuvo lugar después de informes del Gobierno sobre una ola de rendiciones de combatientes en la vecina provincia de Kasai-Central en los últimos días. El Ministerio del Interior ha anunciado este mismo sábado que 400 combatientes se habían rendido esta semana en la provincia.
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