"Y debemos asegurarnos de que ambos países cooperen entre sí para hacer que los elementos talibanes reconciliables lleguen a la mesa de negociaciones", ha añadido este miércoles Salahuddin Rabbani.
Y debemos asegurarnos de que ambos países cooperen entre sí para hacer que los elementos talibanes reconciliables lleguen a la mesa de negociaciones", ha declarado el ministro afgano de Exteriores, Salahuddin Rabbani.
El funcionario afgano ha pedido además a Paquistán que ayude a reiniciar las conversaciones de paz, estancadas desde hace cinco meses, entre el Gobierno de Kabul y varias facciones talibanes.
En este sentido, ha manifestado su esperanza de que Paquistán, con el que su país comparte una larga frontera, desempeñe un papel muy influyente e importante en el proceso de paz y reconciliación.
Asimismo, Rabbani ha expresado la disposición de su Gobierno para mantener conversaciones con las fuerzas de la oposición que renuncien a la violencia y acepten la Constitución de Afganistán
En todo caso, el ministro ha asegurado que Afganistán considera que la única manera de restablecer la paz y estabilidad en la región es la negociación.
Rabbani ha hecho estas declaraciones en la Vª Conferencia Ministerial del Corazón de Asia, en Islamabad (capital paquistaní), donde los participantes tienen previsto discutir asuntos regionales, en particular relativos a la seguridad, la política y la cooperación económica entre Afganistán y sus vecinos.
Por parte del Gobierno paquistaní, el primer ministro, Nawaz Sharif, ha reiterado durante la inauguración de la conferencia que los enemigos de Afganistán son los enemigos de Paquistán, y ha ofrecido de nuevo su apoyo al proceso de reconciliación entre el Gobierno afgano y los talibanes.
El martes, integrantes del grupo terrorista Talibán lanzaron un ataque contra el complejo aeroportuario de Kandahar, que alberga una zona residencial civil y una base militar conjunta de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y el Ejército afgano.
En su tercera ofensiva en 2015, el grupo Talibán, que lleva luchando contra el Gobierno afgano desde hace más de una década, se apoderó el 28 de septiembre de Kunduz y liberó de un centro de detención a unos 600 prisioneros, entre los que había comandantes del grupo terrorista.
tqi/mla/nal
