Los partidarios del grupo armado Talibán portaron ataúdes simbólicos con las banderas de Estados Unidos, el Reino Unido y Francia en una congregación multitudinaria celebrada el martes en las calles de la provincia oriental de Jost tras completarse la retirada definitiva de las últimas fuerzas estadounidenses de Afganistán.
Según reporta la agencia de noticias británica Reuters, algunos participantes portaban armas durante el acto, mientras que otros ondeaban la bandera del Talibán en señal de victoria para festejar el punto final a una guerra que ha durado 20 años y la salida “apresurada y humillante” de Washington y sus aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
“El 31 de agosto es el día oficial de nuestra liberación. (…) En este día, las fuerzas de ocupación de Estados Unidos y las fuerzas de la OTAN huyeron del país”, declaró Qari Said Josti, un funcionario talibán, a la televisión local durante la cobertura mediática del evento.
Con el despegue de un avión C-17 de las Fuerzas Aéreas de EE.UU. desde Kabul, la capital afgana, que evacuó el lunes al último grupo de tropas estadounidenses en Afganistán, Washington ha puesto fin a una campaña invasiva de dos décadas de duración, considerada como la participación más larga de Estados Unidos de toda su historia en una situación bélica.
Con su retirada, EE.UU. ha dejado a Afganistán a la merced de los talibanes, sus enemigos durante los últimos 20 años, y en medio de una incertidumbre total con una infraestructura en ruinas y una joven generación a la deriva por tener un futuro incierto por delante.
Washington ha sido objeto de críticas de la comunidad internacional por su irresponsabilidad ante Afganistán.
Según estima el proyecto “Costos de Guerra” de la Universidad Brown, la invasión de Estados Unidos a Afganistán segó la vida de más de 241 000 personas, entre ellas al menos 72 000 civiles. El mismo estudio informa que los contribuyentes estadounidenses gastaron 2,26 billones de dólares en esta guerra.
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