“Si unos pocos miles de tropas extranjeras que están implicadas sobre todo en misiones de asesoramiento, entrenamiento y asistencia, dejan (Afganistán), no afectará a nuestra seguridad”, comunicó el viernes el Palacio Presidencial de Afganistán en una declaración oficial.
La nota agrega que en los últimos cuatro años y medio, las fuerzas estadounidenses no desempeñaron ningún papel en establecer la tranquilidad en Afganistán, y que “la seguridad ha estado por completo en manos afganas”.
El Gobierno afgano también recordó que en 2014 muchos temían que Afganistán colapsara con el repliegue de más de 100 000 militares extranjeros, pero las fuerzas de defensa y seguridad del país asiático demostraron que los alarmistas estaban equivocados.
Si unos pocos miles de tropas extranjeras que están implicadas sobre todo en misiones de asesoramiento, entrenamiento y asistencia, dejan (Afganistán), no afectará a nuestra seguridad”, comunica el Palacio Presidencial de Afganistán.
Las declaraciones del Gobierno afgano llegan el mismo día en que el diario estadounidense The Wall Street Journal (WSJ), citando a fuentes del Departamento de Defensa de EE.UU. (el Pentágono), informó de que el presidente de EE.UU., Donald Trump, planea retirar de Afganistán a la mitad de los militares desplegados en el país.
Desde el comienzo de la intervención de EE.UU. y sus aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Afganistán en 2001, el país asiático nunca había sido tan inseguro como ahora. El grupo armado Talibán controla más territorio que en ningún otro momento y se vislumbra un nuevo actor en el escenario: el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) está tomando posiciones en el país.
En la misma jornada del viernes, Oana Lungescu, portavoz de la OTAN, consideró necesario mantener sus fuerzas en Afganistán pese a la intención de Washington de retirar a sus tropas del país.
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