David Petraeus, exdirector de la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA, por sus siglas en inglés), afirmó que la actual guerra en Afganistán es improbable que termine en un futuro previsible, justificando una presencia militar a largo plazo de las tropas estadounidenses en el país asiático.
Hablando el viernes con PBS News Hour, Petraeus defendió la invasión estadounidense de Afganistán en 2001, diciendo que fue para derrotar a Al-Qaeda después de los ataques del 11 de septiembre del mismo año en EE.UU., pero admitió que esta misión podría desatar “una lucha generacional” en el país devastado por la guerra.
“Esto no es algo que se va a ganar en unos años. No vamos a tomar una colina o plantar una bandera”, dijo. “Tenemos que estar ahí por un largo plazo, pero de una manera, es decir, una vez más, sostenible”, añadió el general, recordando la presencia militar de 65 años de EE.UU. en Corea del Sur.
La entrevista fue dada a conocer a medida que los informes de los medios de comunicación indican que la Administración estadounidense prevé enviar unos 4000 soldados adicionales a Afganistán, para entrenar y asesorar a las fuerzas de seguridad y ayudarles en la lucha antiterrorista.
No obstante, expertos en temas regionales y la sociedad afgana opinan que Washington no podrá eliminar a los grupos terroristas como Talibán y EIIL (Daesh, en árabe), en Afganistán mediante el despliegue de fuerzas adicionales, argumentando que tal meta no se logró, pese a la presencia de 100.000 tropas extranjeras en este país.
Esto no es algo que se va a ganar en unos años. No vamos a tomar una colina, o plantar una bandera. Tenemos que estar ahí (en Afganistán) para un largo plazo, pero de una manera, es decir, una vez más, sostenible”, dijo David Petraeus, general retirado del Ejército estadounidense.
Varios parlamentarios afganos, también, advierten que la presencia militar prolongada de EE.UU. no podría atajar la crisis, sino que empeoraría la situación.
El sábado, Abdul Rahman Rahmani, legislador afgano por la norteña provincia de Balj, criticó la firma en 2014 de un acuerdo de seguridad bilateral entre Kabul y Washington —que autorizó la permanencia en el país de 12.500 soldados extranjeros—, considerándolo una “vergüenza total” para su país.
El parlamentario advirtió que el despliegue de tropas adicionales en Afganistán persigue solamente los intereses de Washington, sin que le importara a EE.UU. la seguridad del país asiático.
ftm/ctl/msf