La agencia siria de noticias SANA informó el jueves de la gratitud y el placer expresados por los residentes por los desplazados tras su regreso, después de que los objetos explosivos fueran eliminados por los expertos militares del Ejército sirio.
Un equipo de servicio integrado por agentes de los departamentos de electricidad, agua, comunicaciones, educaciones, salud y comercio inspeccionó además la situación del sector y prestó atención a demandas y necesidades de los residentes.
Asimismo, se proporcionaron vacunas a más de 200 niños y se realizaron exámenes médicos a más de 250 pacientes con el fin de diagnosticar sus enfermedades y curarlos.
Las minas colocadas por los terroristas y los llamados ‘rebeldes’ en las zonas residenciales han reducido la velocidad de los avances del Ejército sirio en distintos campos de batalla. Pero, tras la liberación de pueblos y ciudades, los técnicos de desactivación de minas trabajan denodadamente para desminar las zonas.
Las regiones de Alepo y Palmira estaban entre las infestadas de minas. Tras la recuperación de la ciudad de Alepo (noroeste) de manos de los ‘rebeldes’, los civiles se enfrentaron a una gran cantidad de minas colocadas en las lindes de la urbe. Los expertos militares sirios, apoyados por zapadores rusos, pudieron desactivar las minas tras muchos meses de duras operaciones.
Las minas instaladas en la ciudad de Palmira (centro) también dificultaron la circulación de los civiles sirios. Los zapadores sirios, preparados por especialistas rusos en el centro de formación en Alepo, neutralizaron una gran parte de las minas y objetos explosivos dejados por los terroristas, proceso al que se unieron zapadores del Centro Internacional Antiminas de las Fuerzas Armadas de Rusia.
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