El portavoz de la Cancillería iraní, Bahram Qasem, ha dicho que este acto complica más la situación.
Rusia también ha expresado su condena al bombardeo estadounidense. El presidente Vladimir Putin, considera el ataque de EE.UU. como un intento para desviar las miradas del mundo hacia las muertes de civiles en Irak, debido a sus ataques aéreos. Además, advierte de que esta medida dañará los lazos ruso-estadounidenses.
Asimismo, Bolivia ha requerido la celebración de una sesión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU para abordar el ataque de Washington al territorio sirio.
Dentro de EE.UU. en la bancada de los demócratas, figuras como el senador Tim Kaine, ex candidato a la vicepresidencia del país, ha condenado estas incursiones que fueron realizadas sin la autorización de ninguna de las dos Cámaras del Congreso.
Sin embargo, ha habido reacciones en apoyo. Además de Australia, el régimen de Tel Aviv y Arabia Saudí se han mostrado a favor del ataque norteamericano.
El premier israelí, Benyamin Netanyahu, también considera que, tanto en palabra como en acción, el presidente Trump ha enviado una respuesta firme y contundente para dejar claro que el uso de las armas químicas es inaceptable.
Turquía, mediante su vice premier, ha anunciado que el ataque con misiles de EE.UU. ha sido un paso positivo contra la barbarie que comete el Gobierno sirio.
El objetivo de los ataques, según el presidente Donald Trump, intenta enviar un mensaje fuerte a Damasco sobre el uso de armas químicas y destruir el lugar desde donde se lanzó el supuesto ataque químico en Idlib, cuya autoría los occidentales achacan al Gobierno de Siria mientras este lo niega.
Según medios rusos, toda la infraestructura de la base aérea de Al-Shairat, ha sido destruida en el ataque con 59 misiles de crucero Tomahawk, pero gracias a la coordinación de Moscú con Damasco, la mayoría de los aviones habían sido evacuados de este lugar antes de la arremetida.
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