"Los terroristas de Daesh que controlan la zona de la estación de agua de Al-Jafsa han vuelto a cortar el acceso al agua de los vecinos de la ciudad", ha denunciado este miércoles el gobernador de la provincia, Husein Ahmad Diab.
La estación de bombeo de Al-Jafsa, que abastece de agua a Alepo, había retomado su funcionamiento ayer martes, dos días después de que los técnicos terminasen de reparar los daños causados a finales de diciembre por la agrupación takfirí.
Los terroristas de Daesh que controlan la zona de la estación de agua Al-Jafsa volvieron a cortar el acceso de los vecinos de la ciudad al agua", ha denunciado el gobernador de la provincia, Husein Ahmad Diab.
Debido a ese sabotaje, ocurrido pocos días después de que las fuerzas gubernamentales tomasen el control completo de la ciudad, esta permaneció sin agua durante un mes y medio.
El gobernador ha prometido que los extremistas serán expulsados pronto de la zona de Al-Jafsa y los problemas con el abastecimiento del agua potable se resolverán.
No es la primera vez que los grupos terroristas privan a los civiles sirios de agua potable. El 24 de diciembre de 2016, las autoridades de Damasco se vieron obligadas a cortar el suministro de agua potable a la ciudad, así como a sus suburbios, después de que los terroristas la contaminaran con diésel.
Para acabar con la crisis del agua, el Ejército sirio y su aliado, el Movimiento de la Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá), han estado manteniendo operaciones para expulsar a los terroristas del río Wadi Barada, que provee de agua potable a la capital.
El pasado 28 de enero, las tropas sirias entraron en el valle del Wadi Barada, situado a unos 20 kilómetros de Damasco, como parte de un acuerdo con los grupos armados que luchaban por mantenerla bajo su control.
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