La situación empeora cada día. No solo existe necesidad urgente de agua embotellada y de otras fuentes para beber, sino también hace falta agua para la limpieza e higiene de los damascenos.
Mientras el Ejército sirio se esfuerza para liberar los pueblos desde donde los terroristas han saboteado el agua de la capital, la compañía de aguas de Damasco (capital siria) analiza otras formas de abastecer las necesidades de los ciudadanos.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) condenó la contaminación de las fuentes de agua de Damasco y calificó este acto de crimen de guerra. Naciones Unidas ha solicitado al Gobierno sirio el acceso a la zona de las fuentes para estudiar las formas de restablecer el suministro de agua.
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