“Sentimos una escasez de cooperación y eso socava nuestras posiciones comunes”, ha advertido hoy viernes el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
Tras indicar que la cooperación entre Moscú y Washington haría los esfuerzos mucho más efectivos, el funcionario ruso ha lamentado que eso no vaya a suceder, sencillamente porque EE.UU. no lo desea.
“El objetivo de la operación rusa es luchar contra el terrorismo y ayudar al liderazgo legítimo de Siria”, siendo además una de sus prioridades clave continuar la lucha contra el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe), ha recalcado Peskov.
Desde su llegada a Siria, las fuerzas rusas se han dedicado a asesorar al Ejército sirio y participar en ataques estratégicos contra los terroristas que operan activamente en el país árabe.
Los ataques rusos, calificados de “muy constructivos” por Damasco, han allanado el camino para el avance del Ejército sirio en su lucha contra los grupos terroristas, en particular EIIL.
Por el contrario, los aviones de combate de la llamada coalición contra EIIL liderada por EE.UU. han atacado en reiteradas ocasiones los convoyes de las fuerzas gubernamentales y progubernamentales de Damasco, que tratan de recuperar las zonas tomadas por los terroristas.
Sentimos una escasez de cooperación (de EE.UU. en la lucha contra el terrorismo en Siria) y eso socava nuestras posiciones comunes”, dice el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
Los ataques aéreos más recientes se llevaron a cabo cerca del cruce fronterizo de Al-Tanf, en el sureste de Homs (en el centro de Siria), donde los llamados 'rebeldes' respaldados por EE.UU. fueron atacados por cazas sirios y rusos.
El choque subraya la complejidad de la rápida evolución de los campos de batalla de Siria, donde los 'rebeldes', considerados terroristas por Damasco, tratan de controlar el terreno, Daesh sufre derrotas y las fuerzas del Gobierno de Damasco, apoyadas por asesores iraníes y combatientes del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá), avanzan en su lucha antiterrorista.
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