El tribunal de Roskilde, cerca de Copenhague (capital de Dinamarca), dictó el miércoles ocho años de cárcel para Habib Yabor Kabi, del grupúsculo terrorista Al-Ahvaziya, afiliado a Arabia Saudí, y siete años para su hermano Tamim Faruk Beck.
El yerno de Kabi, Jacob Mohamad, con nacionalidad danesa, también fue condenado a seis años de cárcel, agregó un comunicado emitido por la corte, lo cual agrega que dos de los condenados serán deportados después de cumplir su condena.
Los hombres, de entre 40 y 51 años, están en prisión en Dinamarca desde febrero de 2020.
A principios de febrero, la corte de Roskilde declaró a los tres hombres culpables de “promoción del terrorismo” y de “financiación del terrorismo”, por haber recibido apoyo financiero (algo más de 2 millones de dólares) de la inteligencia de la monarquía saudí.
El tribunal encontró también al trío “culpable de crear una unidad de inteligencia para un servicio de inteligencia saudí durante un período de varios años”, con sede en una dirección en el suburbio de Ringsted en Copenhague, entre otros lugares.
Asimismo, los cabecillas de Al-Ahvaziya habían creado un grupo de 100 personas y empresas para recolectar información sobre “personas y organizaciones, en Dinamarca y en el extranjero, así como sobre cuestiones militares iraníes” y transmitirla a la inteligencia saudí, según informó Danish Broadcasting Corporation (DR) que tuvo acceso a los materiales del juicio celebrado a puerta cerrada.
Los dirigentes de Al-Ahvaziya viven en Dinamarca y en los Países Bajos, principalmente, y han estado presionando para separar la provincia suroccidental de Juzestán, hogar de la población árabe del país persa, del resto de Irán mediante la promoción de actos terroristas y de sabotaje.
La célula terrorista ha realizado en varias ocasiones ataques contra la población civil en Irán. En septiembre de 2018, el grupo se atribuyó la autoría de un atentado terrorista durante un desfile militar en la ciudad de Ahvaz, capital de Juzestán, que se saldó con 24 muertos y al menos 60 heridos, entre ellos niños, mujeres y reporteros.
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