El anuncio para edificar 2500 viviendas en los territorios ocupados de Cisjordania se hizo público el martes y levantó una ola de condenas a nivel internacional. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) consideró la medida una “acción unilateral” preocupante, mientras que Amnistía Internacional (AI) lo tildó de otro “golpe chocante” a los derechos humanos palestinos.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, a su vez, repudió el miércoles la decisión del régimen israelí de extender los asentamientos, y la consideró totalmente “contraria al derecho internacional”.
El portavoz de la Cancillería iraní, Bahram Qasemi, instó a la comunidad internacional a cumplir con su responsabilidad inherente, aumentar las presiones sobre Israel e impedir que se materialicen las políticas “agresivas y expansionistas” de dicho régimen.
Conforme a la resolución adoptada por el Consejo de Seguridad de la ONU el 23 de diciembre de 2016, esas construcciones en las colonias son ilegales y deberían ser paralizadas "inmediatamente".
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