El viceprimer ministro del régimen de Israel para asuntos diplomáticos, Michael Oren, en una entrevista concedida este viernes a la radio estadounidense Hugh Hewitt ha enfatizado que el régimen sionista ve “con preocupación, definitivamente con preocupación” las actuales relaciones entre Teherán y Moscú.
“Rusia se ha acercado muchísimo a Irán y le ha entregado sistemas antimisiles modernos, como el sistema antiaéreo S-300 que es uno de los más avanzados del mundo”, ha agregado.
Rusia se ha acercado muchísimo a Irán y le ha entregado sistemas antimisiles modernos, como el sistema antiaéreo S-300 que es uno de los más avanzados del mundo”, denuncia Michael Oren, viceprimer ministro del régimen de Israel para asuntos diplomáticos.
En esta parte de sus declaraciones, Oren ha desvelado que el régimen israelí mantiene relaciones complejas con Rusia por su postura respecto a la situación en Siria.
“Nosotros no apoyamos a ningún grupo en los conflictos en Siria, pero Rusia apoya a (presidente sirio) Bashar al-Asad y nosotros queremos su renuncia”, ha indicado.
El político israelí se ha referido también al incidente ocurrido hace poco entre lanchas rápidas de Irán y una nave de Estados Unidos en el Golfo Pérsico, en el que cuatro barcos del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) realizaron maniobras muy cerca (a una distancia de menos de 300 metros) de un buque de guerra estadounidense en el estrecho de Ormuz.
“Era muy sorprendente, muy sorprendente. No sé porque ellos (los estadounidenses) no abrieron fuego contra los barcos” iraníes, ha expresado.
El mes pasado (agosto) los bombarderos rusos de largo alcance Tu-22M3 y los de primera línea Su-34 despegaron desde el aeródromo de la ciudad occidental iraní de Hamedán para realizar sus operativos en Siria, donde el Ejército de Rusia mantiene una campaña aérea contra los grupos terroristas como EIIL (Daesh, en árabe) y en apoyo al Gobierno del presidente sirio desde finales del pasado septiembre.
Las fuentes israelíes señalaron que el despliegue aéreo ruso en Irán tendrá consecuencias negativas a largo plazo para los intereses del régimen de Israel.
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