• Las Brigadas de los Mártires de Al-Aqsa, rama militar del Movimiento Palestino de Liberación Nacional (Al-Fatah).
Publicada: sábado, 15 de mayo de 2021 15:22

Un grupo militar palestino llama a convertir Cisjordania en un “infierno absoluto” para los israelíes, en respuesta a sus recientes ataques contra los palestinos.

Las Brigadas de los Mártires de Al-Aqsa, rama militar del Movimiento Palestino de Liberación Nacional (Al-Fatah), en referencia a los recientes ataques de las fuerzas y los colonos israelíes contra los palestinos, la ciudad de Al-Quds (Jerusalén) y la Franja de Gaza, subrayaron que los israelíes deben rendir cuentas.

“Establezcan sus objetivos (de ataque) en todas las rutas, los asentamientos y campos en Cisjordania y conviertan la zona en un infierno absoluto” para los israelíes, afirmó la rama militar de Al-Fatah en un comunicado publicado el viernes por el diario libanés Al-Akhbar.

De igual modo, las Brigadas de los Mártires de Al-Aqsa pidieron a sus combatientes que “no perdonen” a los colonos “cobardes” y a los “temblorosos soldados de la ocupación” si se niegan a cesar los ataques contra los palestinos, en concreto contra los residentes del barrio de Sheij Yarrah.

El Frente Democrático para la Liberación de Palestina (FDLP), a su vez, ha alertado de que Israel tendrá que encarar una “crisis existencial” si sigue implicándose en un conflicto armado con los grupos de la Resistencia. Ha añadido que la Sala de Operaciones Conjuntas que integran los brazos armados del Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) y el Yihad Islámica Palestina tiene “sorpresas” para el régimen sionista.

 

Talal Abu Zarifa, miembro del buró político del FDLP, ha indicado a la agencia iraní de noticias Tasnim que la Sala de Operaciones Conjuntas está preparada para resistir ante la agresión israelí “por mucho tiempo”.

Abu Zarifa ha añadido que las facciones coinciden en no declarar una tregua al régimen de Tel Aviv, hasta que cese la agresión contra la sagrada Mezquita Al-Aqsa y Sheij Yarrah.

El ejército israelí y los grupos palestinos en el asediado enclave costero se enfrascaron en un intercambio de ataques desde las últimas horas del 10 de mayo, la mayor escalada del conflicto desde 2014. Las tensiones iniciaron en pleno Ramadán, el sagrado mes de ayuno para los musulmanes. Las restricciones de las autoridades israelíes desataron las protestas contra los desalojos de familias palestinas y se han extendido incluso entre la población árabe-israelí.

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