Un oficial iraquí ha explicado a la agencia británica de noticias Reuters que estos aparatos fueron confiscados durante la batalla para liberar Mosul (norte de Irak).
“El número de coches es 23 y estaban preparados para ser detonados por nuestras fuerzas de seguridad”, ha precisado el capitán de la Policía Federal iraquí, Basam Hilo Kadhiz.
Además, el capitán iraquí ha detallado que estas máquinas habían sido incautadas por los miembros de la División de Emergencia Rápida y los agentes de la Policía Federal durante redadas nocturnas en 17 distritos en Mosul, entre ellos Tamuz y Al-Shifa.
El número de coches es 23 y estaban preparados para ser detonados por nuestras fuerzas de seguridad”, dice el capitán de la Policía Federal iraquí, Basam Hilo Kadhiz.
Además, el militar iraquí al señalar los vehículos estacionados en fila, ha manifestado que estos están fuertemente armados y fueron pintados en diferentes colores, incluso en azul, para que sean confundidos como uno de los coches de la Policía iraquí.
Armados con bombas, la mayoría de los vehículos fue pintado en colores similares a los de las fuerzas iraquíes para confundir a los drones de vigilancia que eran vehículos de las fuerzas iraquíes, mientras que otros quedaron sin pintar.
Los integrantes de la banda terrorista takfirí usaron coches bomba, francotiradores y fuego de mortero para contrarrestar una ofensiva lanzada el 17 de octubre de 2016 por el Ejército y las fuerzas populares iraquíes (Al-Hashad Al-Shabi) para recapturar la ciudad de Mosul, que estaba bajo el control de Daesh desde hacía tres años.
Aunque el primer ministro de Irak, Haidar al-Abadi, anunció el pasado domingo la victoria contra Daesh en Mosul, las tropas iraquíes siguen enfrentándose a la resistencia de algunos terroristas que están atrapados en la Ciudad Vieja de Mosul.
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