El lunes, el Tribunal Supremo (TS) de España confirmó la inhabilitación del presidente catalán, Quim Torra, por “un delito de desobediencia”. Esta condena obliga a Torra a abandonar el cargo y le prohíbe ejercer funciones públicas durante un año y medio.
En rechazo a este veredicto, varios manifestantes, convocados por los Comités de Defensa de la República (CDR), salieron la misma jornada a las calles de diferentes puntos de Cataluña y, portando pancartas en las que se leía: “Ni un paso atrás. Independencia”, mostraron su firme oposición a la inhabilitación.
Durante las protestas, los indignados lanzaron cabezas de cerdo, petardos y bolsas de basura contra los Mossos d’Esquadra (policía regional catalana) y gritaron consignas como “las calles serán siempre nuestras” y “Urquinaona, lo volveremos a hacer”.
La concentración más importante se produjo en Barcelona, donde los descontentos se dieron cita ante el Palau de la Generalitat, en la plaza de Sant Jaume, para acompañar a Torra a su salida de la sede gubernamental y, gritando “independencia”, avanzaron hacia el Parlamento de Cataluña.
#AHORA‼️Petardos, lanzamiento de objetos y barricadas con maceteros frente a la línea policial. Crece la tensión en torno a la Delegación del Gobierno en #Barcelona, los @Mossos sacan los escudos y se preparan para posibles cargas (@marcgonzalez_23)
— eSPAINews (@eSPAINews) September 28, 2020
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El tema de la escisión de Cataluña de España ha suscitado gran polémica desde el plebiscito de octubre de 2017 y la posterior declaración de independencia por el gobierno regional, presidido entonces por Carles Puigdemont, y, en consecuencia, la aplicación del artículo 155 de la Constitución por Madrid.
Desde el inicio del proceso independentista, todos los presidentes de la Generalitat han sido citados a comparecer ante la justicia. Además de Torra, Artur Mas fue inhabilitado por la consulta de 2014 y Puigdemont se exilió en Bélgica ante su procesamiento por el referéndum de 2017.
Entretanto, pese a que el Gobierno español, presidido por Pedro Sánchez, ha descartado cualquier amnistía o referéndum, ha respaldado las conversaciones con las autoridades catalanas.
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