En la concentración, convocada por Òmnium Cultural, la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y la Asociación de Municipios por la Independencia (AMI), a la que han acudido este domingo principales dirigentes soberanistas que tienen que hacer frente a la acción judicial, los protestantes gritaban el lema ‘Por la democracia. Defendamos nuestras instituciones’.
Entre los manifestantes se encuentra la presidenta del parlamento de Cataluña, Carme Forcadell, que será investigada –con la luz verde del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC)– por haber permitido la votación de una hoja de ruta hacia la independencia catalana.
Esta manifestación va dedicada al señor -Mariano- Rajoy, presidente del Gobierno, y a aquella gente que considera que la democracia tiene que estar subordinada a la ley y que pueden servir para alzar muros", declaró el portavoz en el Congreso, Francesc Homs.
Ante tal situación, el expresidente de la Generalitat, Artur Mas, había convocado a los catalanes a movilizarse en apoyo a la presidenta del Legislativo regional.
Moltes gràcies a tots i totes pel vostre suport! Això va començar amb vosaltres i acabarà amb vosaltres! #HoFarem -CF pic.twitter.com/6Ia1i0tR9C
— Carme Forcadell (@ForcadellCarme) November 13, 2016
También se ha reportado la presencia del portavoz en el Congreso, Francesc Homs, quien ha declarado que “la voz del pueblo de Cataluña no la van a callar” y que “esta manifestación va dedicada al señor -Mariano- Rajoy, presidente del Gobierno, y a aquella gente que considera que la democracia tiene que estar subordinada a la ley y que pueden servir para alzar muros.
La movilización surge después de que el parlamento de Cataluña desafiara el pasado julio los avisos del Tribunal Constitucional (TC) español y aprobara dotarse de un mecanismo unilateral para materializar la “desconexión” de España, ratificando así su voluntad de abrir un proceso constituyente no subordinado al resto del Estado.
Según muestran los resultados de una encuesta reciente, la mayoría de los catalanes apoya la idea de separarse de España y convertir Cataluña en un Estado independiente.
En la consulta soberanista catalana, más del 80 % de los votantes respaldó una Cataluña soberana e independiente, y solamente el 4 % rechazó desmembrarse de España. La celebración de dicha consulta fue duramente criticada por el Gobierno español.
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