“A pesar de las turbulencias económicas causadas por las sanciones crueles y el brote del coronavirus, la tendencia de los principales indicadores económicos del país en los sectores de producción y exportación va bien”, ha afirmado este domingo el mandatario persa durante una reunión con su Gabinete.
Rohani ha aseverado que los enemigos, mediante una operación psicológica, buscan dificultar la economía del país persa, y para alcanzar este objetivo han intensificado las presiones económicas, creando problemas para la exportación de petróleo del país e impidiendo la transferencia de fondos iraníes.
De acuerdo con el presidente iraní, los enemigos intentan inducir que las políticas económicas de Irán no han tenido éxito sin petrolero, mientras que los datos muestran el fracaso de ellos mismos para derrotar al país persa.
Además, durante la reunión, el presidente del Banco Central de Irán (BCI), Abdolnaser Hemati, presentó un informe sobre la situación del mercado de divisas, enfatizando que hay una tendencia positiva por las exportaciones de petróleo y sus derivados.
EE.UU. mantiene una “presión máxima” sobre Irán desde que abandonó en mayo de 2018 un acuerdo internacional que había firmado con el país persa hace tres años sobre el programa nuclear iraní.
Desde entonces, Washington ha reanudado los embargos económicos que se habían levantado en virtud del pacto, prometiendo seguir con las presiones hasta lograr un acuerdo más completo con Irán, e intenta también convencer a otros países a adoptar medidas similares contra la nación iraní.
Las autoridades iraníes rechazan las sanciones estadounidenses, al que consideran un “terrorismo económico” por afectar al pueblo, pero aseguran que las presiones nunca podrán doblegar a la nación iraní.
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